La mujer catalogada como la más fuerte de Chile, el segundo lugar en el Mundial de Static Monsters en Londres, y el oro en Canadá, donde reventó marcas, la madre de dos hijas y floridana de corazón. Esta es la historia de la mujer de 43 años que hizo lo imposible para dedicar su vida al deporte.
Orlandina Angulo, creció en un ambiente que requería fuerza, puesto que la hacían entrenar. Ella es oriunda del internado Paso Nevado, el cual estaba destinado para personas de escasos recursos. Estuvo ahí hasta los 14 años, luego migró hacia Santiago, para continuar los estudios. Sin embargo ella declara que nunca fue lo suyo. “Me vine a Santiago a a estudiar, pero no di ni una. No era para mí, a mí me gustaba el deporte”
El transcurso de su vida probó distintas disciplinas. Comenzó en un gimnasio para luego desempeñarse en culturismo, en donde compitió en Wellnes. Sin embargo, ella no recuerda un momento exacto en que decidió ser fuerte, pero sí sabe que la vida le fue puliendo su determinación. "Siempre me gustó desafiarme, empujarme más allá", dice con una sonrisa que deja entrever su carácter. Posteriormente, se dedicó al Strong Woman, que es el deporte que imparte hasta el día de hoy, lo que más le apasiona, es ver de lo que su fuerza es capaz de hacer."El día que levanté mi primer peso muerto y sentí esa adrenalina, supe que esto era para mí".
En un deporte dominado por hombres, Orlandina ha tenido que abrirse paso con pura determinación y talento. "Al principio me miraban raro, como diciendo ‘¿qué hace una mujer aquí?’", recuerda entre risas. Pero su respuesta siempre ha estado en los números: kilos levantados, récords batidos, podios conquistados. Para Orlandina, ser mujer en este ambiente no es una limitante, sino una vara a rebasar. Con cada levantamiento, desafía estereotipos y abre camino para más mujeres que sueñan con ser las más fuertes del mundo. "La fuerza no tiene género, y yo estoy aquí para demostrarlo". Sin embargo, no se trata sólo de levantar peso, sino que a través de ello, inspirar a otras. "Si con mi historia logro que una niña o una mujer decida atreverse a entrenar, entonces todo este esfuerzo vale la pena".
Una de las cosas que mantiene la flama ardiente de Orlandina es la gente, ver lo que genera en otros y sentir su apoyo es lo que la motiva a seguir adelante. "Cuando me ven competir y me dicen que los inspiro, siento que todo tiene sentido", confiesa. Ella busca motivar a otros a perseguir sus propios sueños, sean cuales sean. "Me emociona cuando alguien me dice que gracias a mí empezó a entrenar o que ahora se siente más fuerte, más capaz". Para ella, cada mensaje de apoyo, cada aplauso en la competencia, es un impulso extra. "La fuerza no solo viene del cuerpo, también del corazón. Y la gente me da esa fuerza todos los días". En ello también destaca la participación de La Corporación del Deporte de La Florida en su acompañamiento como deportista. "Sin ellos, muchas de mis competencias hubieran sido solo un sueño", confiesa. "Cuando uno tiene talento y ganas, solo falta alguien que te tienda la mano para llegar más lejos", enfatiza la atleta. Orlandina también imparte clases de step up en La Florida.
Para Orlandina, el camino no se detiene aquí. Ya tiene la mira puesta en sus próximos desafíos: Brasil y Estados Unidos la esperan en nuevas competencias de Strong Woman. "Esto no se trata solo de ganar, sino de demostrar hasta dónde podemos llegar", asegura. Su entrenamiento es feroz: tres horas diarias, una dieta estricta y una disciplina a prueba de todo. "Cada día es una oportunidad para ser mejor", afirma con convicción. Y con esa mentalidad, no hay duda de que su historia de éxitos recién comienza. Orlandina es la prueba viva de una mujer de esfuerzo, disciplina, perseverancia y destreza. Su determinación como madre, mujer y atleta, la han convertido en la mujer más fuerte de Chile, con una comunidad que la apoya constantemente.